Hace unos días escuché por la radio que la iglesia se oponía a la retirada de los crucifijos de las escuelas públicas.
Como en casi todo lo que tiene que ver con la iglesia es algo que de puro absurdo me parece inclreíble y miro el calendario a ver si estamos en los Santos inocentes y se me ha pasado.
De pequeña yo estudié en colegio público. Sí, uno de esos pocos colegios que pagamos todos pero que no son "concertados" con organizaciones religiosas (99% católicas). Pese a eso en mi clase no faltaba el crucifijo sobre la pizarra y algún que otro dibujillo de la virgen en las clases.
Para no extenderme dejo para futuras entradas algunas de mis experiencias con el colectivo religioso y me centro en lo de la cruz de las narices.
En mi opinión la cruz tiene su sitio en iglesias y catedrales y demás lugares religiosos como capillas e incluso centros educativos con un ideario de ese tipo.
Pero no comprendo porqué lo que ya cuando yo era niña se planteó de forma (a mi entender) sumamente lógica, como es la retirada de los crucifijos de los colegios públicos es un par de décadas más tarde motivo para rasgarse las vestiduras y considerar que la moral está cayendo en el abismo.
A mi nunca me ha gustado ver a un señor crucificado, en calzones y con sangre chorreante y corona de espinas encima de las tablas de multiplicar o las lecciones de biología. De hecho me parece de mal gusto y me da bastante grima. Tanto que cuando voy a la casa de mi abuela (mis abuelas son católicas, apostólicas y romanas) (es decir superreligiosas e importantísimas) tengo que descolgarlo de la pared y esconderlo en el armario para dormir agusto.
En un Estado aconfesional la presencia de crucifijos en ciertos espacios públicos me parece una aberración, pero si ha costado tanto quitar símbolos franquistas supongo que los religiosos aún más. Sé que soy un poco radical pero yo los quitaría hasta de las aulas de los centros concertados, si se recibe dinero público se respeta la constitución y la aconfesionalidad del aula, y de paso la sensibilidad de los niños, que un símbolo de una tortura, (por muy bíblica que sea) no creo que sea muy educativo. ¿Lo pondríamos igual si hubiese muerto empalado?
En fin, con la iglesia hemos topado (again).