El lunes fui a Ikea.
Se que hay gente a la que le gusta esa tienda, pero yo lo odio.
Es como entrar en un agujero oscuro. Sabes cuando entras, pero no cuando sales. Total, que a lo tonto estuvimos más de tres horas. ¡Para una tarde que tenía libre! y siempre gastas más de lo que pensabas, porque hay tantas chorradas que de repente necesitas y que valen taan poco, que vas cargando el carro.
Como estrategia comercial no tiene pega. Mínimos costes y así pueden bajar el precio. Eso sí, se me ocurrió preguntar a un par en la sección de iluminación y me dijeron que no quedaba un artículo que luego por casualidad encontré (quedaba un stand entero). Por lo que supongo que el sueldo será un poco mierda y no les compensa aprenderse esas cosas.
En fin. Cosillas que pasan.
Por lo demás entre montar muebles y recoger un poco no tengo demasiado que contar salvo que hace muuucho calor (voy a cantar a ver si llueve un poco) y que los cabrones del servicio técnico aún no han recogido el ordenador. A este paso una semana para recogerlo, otra para mirarlo, otra para pedir las piezas, otra para montarlas y cuando me llegue a mi casa, otro mes después volverá a estar estropeado y tendrán que volver a llevárselo.
Un consejo, no compréis un vaio y lo de los seguros de ordenadores es un poco timo...
Saludos. Cas.