El otro día me quedé en la descripción de dos tipos de jefes gilipollas (de las varias clases que seguro que existen). En mi caso tengo dos jefes:
1. El jefazo inaccesible e hijoputa: nunca está ahí excepto para denegarte lo que quieres o fastidiar un rato.
2. El jefecillo "coleguita": se cree muy simpático y que cae bien, pero la gente le rie las gracias ( a veces) porque es el jefe, pese a que resulta un poco simplón. Te hace preguntarte cuántos culos hay que lamer para ser jefe. Nunce llegará a jefazo inaccesible, buena cualidad para nombrarle jefe intermedio y quitarse competencia.
Hay un tercer tipo de jefes que (espero) no somos gilipollas, y es que en mi cargo pone "jefe de", aunque no mando sobre nadie y hasta me hago las fotocopias porque la ugier nunca está en su sitio...
Conclusión: en la Administración todos somos jefes, unos son gilipollas y otros hacemos el gilipollas de mala forma
jueves, 5 de noviembre de 2009
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2 comentarios:
Yo era ''jefa gilipollas''. Curraba como nadie, y encima ni me reían las gracias. Lo dicho... Gilipollas ;o)
jaja, Nadia, ¡qué sería de los autónomos sin sentido del humor!
Gracias por comentar.
Un beso vecina!
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